Ya sean pueblos colgados de la cima de las colinas o instalados en la llanura, todos ellos te invitan a descubrirlos. Cada uno de ellos te contará una historia, en ocasiones milenaria… Historias de familias, de batallas olvidadas, de la gente de aquí. Vagar por sus pintorescas callejuelas para perderse por sus placetas y callejones redondeados, encontrar un detalle o un elemento arquitectónico, observar sus espléndidas panorámicas… Lejos de la agitación y el bullicio de la ciudad, y de los atascos, podemos saborear el auténtico encanto y la quietud de la vida occitana.