Un mosaico de paisajes al alcance de tus piernas… para una disfrutar de una verdadera bocanada de aire y de naturaleza.
Desde los pies de la Montagne Noire hasta los macizos de la Piège y de la Malepère, pasando por el sillon del Lauragais, el corazón de las colinas cátaras es un verdadero mosaico de paisajes verdes o secos, barridos por los vientos del Cers y del Autan.
Los pueblos con encanto, auténticos remansos de paz, rivalizan en historia e historias y en maravillosas panorámicas, desde donde la mirada se embebe de las curvadas y coloridas formas del terreno. Pero si el descanso y la tranquilidad de las excursiones en la naturaleza están a la orden del día, tampoco existe el aburrimiento: canoa-kayak en el Belpech, esquí acuático o paseo en barco en Bram, búsquedas del tesoro y geocaching, excursiones de senderismo, bicicleta de montaña o ecuestres: aquí hay para todos los gustos.
Aquí, nada de motores ruidosos ni de atascos. ¡Dile adiós a los claxons intempestivos y escandalosos! Respira, estás en el corazón de las Collines Cathares.
Al descender de la Montagne Noire
Hay un pequeño valle umbrío, donde resuena el alegre rumor de las aguas del río Lampy. A lo largo de su cauce han nacido pueblos e industrias, en su mayoría ahora desaparecidas. Conforme ganamos altura, los prados y pastizales se extienden en amplias panorámicas sobre la llanura y el sillon del Lauragais.
[Natura 2000 Cenne-Monestiés, Carlipa, dos municipios situados en el perímetro del espacio protegido Natura 2000 de Lampy … Situado en el cruce de diversas influencias climáticas: mediterránea, oceánica y montañoso, el valle de Lampy ha sido clasificado como zona Natura 2000 por la riqueza del río del mismo nombre. Su presencia va acompañada de una atractiva y notable flora de tipo forestal y fauna rara: barbo austral, lamprea de planer.]
El sillon Lauragais
Auténtico corredor que conecta las cuencas mediterránea y atlántica, encajado entre las estribaciones del Macizo Central, La Montagne Noire y las estribaciones de los Pirineos, el sillon del Lauragais ha sido históricamente utilizado como una vía de paso. Era aquí por donde transitaban los mercaderes que se desplazaban por la Via Aquitania, y donde se construyó el Canal du Midi, las vías de ferrocarril y las carreteras.
[Estas fincas tradicionales están construidas según un plan casi inmutable: son edificios largos, orientados a ofrecer la menor resistencia posible a los vientos dominantes. Las fronteras son largas y bajas y rara vez tienen más de un nivel. Los edificios auxiliares, palomares y molinos, se ubicaron cerca del edificio principal. A menudo construidas en altura, las granjas de Lauragais generalmente están rodeadas de arboledas cuyas funciones son múltiples: suministro de madera y frutos, protección contra el viento y el sol … A menudo están indicadas en el gran paisaje por notables árboles y especies específicas (pinos paraguas, cedros, etc.).]
La Malepère
Aquí florecen varias especies de roble, bosques y viñedos alineados, cuyos racimos darán excelentes vinos tintos o rosados con la denominación de origen protegida Malepère. En este decorado vegetal se alza la imponente silueta de Montrèal d’Aude y su Colegiata.
[Natura 2000 : Este paraje boscoso es de interés biogeográfico dada su posición intermedia bajo las influencias de los climas mediterráneo y atlántico. Allí puede encontrar algunas especies de murciélagos: murciélago de herradura pequeño y grande, murin o vespertilion con orejas festoneadas…]
El Razès
El Razés delinea una amplia depresión en medio de las colinas del Aude occidental. Se trata de una llanura montañosa tallada por el río Sou entre el borde escarpado de las colinas de la Piège al oeste y del macizo de la Malepère al norte. Le Razés se extiende a lo largo de 15 kilómetros de este a oeste y de 10 kilómetros de norte a sur. La llanura está sembrada de un gran número de pueblecitos circulares, como Ferran, Brézilhac y Hounoux. Las parcelas dibujan con cuidado un mosaico de cultivos diversificados: viñas, campos arados, frondosas arboledas y algunos prados en las pendientes.
[La línea divisoria de aguas: de Montferrand a Hounoux a través de Fanjeaux, una línea de crestas, que siguen varias rutas de senderismo, marca el límite entre dos vertientes y comparte el flujo de agua superficial (fuentes, precipitaciones) entre dos direcciones diferentes, cada una correspondiente a una cuenca hidrografica. En las crestas hay muchos panoramas desde los que el caminante puede visualizar a placer las características geológicas del departamento de Aude: los Pirineos, la Montagne Noire, el surco de Lauragais y las colinas de la Piège.]
La Piège
Aquí abundan los senderos para realizar un corto paseo, una excursión de senderismo, en bicicleta de montaña o a caballo.
El relieve, suave y accidentado, alberga numerosos tesoros del arte románico (en Belpech, Cazalrenoux, Fonters-Du-Razès o Besplas), molinos antiguos y también algunos castillos, algunos privados, mientras que otros han sido convertidos en casas rurales y alojamientos turísticos. Pero esta gran riqueza no llega a alcanzar el peso de la riqueza que ofrece La Piège desde el punto de vista humano: sus productores locales, queseros, ganaderos (patos, gallinas, vacas, cerdos, cabras y ovejas), agricultores y apicultores: hay un gran número de posibilidades de visitas y de degustaciones de granja y gastronómicas.
[Natura 2000: Situada en el límite occidental del Aude, al oeste de Bram, La Piège ofrece la singularidad de sus paisajes montañosos salpicados de tierras de cultivo, principalmente dedicados a la producción de cereales y plantas oleaginosas, e intercalados con franjas arboladas. La alternancia de estas áreas cultivadas y silvestres enriquece la diversidad y la especificidad de la avifauna de esta zona. Hay 26 especies de aves protegidas, incluida el águila calzada, el águila culebrera y la garza imperial…]